martes, 7 de abril de 2009

José Luis Serzo


Parece un cuento, un sueño... y es un placer.
Aún recuerdo al aviador, total solo pasaron tres años, y la mágia ha regresado.
La Galería Blanca Soto cambia el espacio, lo transforma y deja viajar al artista y al visitante.
¡Enhorabuena!

1 comentario:

delacastreja dijo...

Tiene buena pinta y más si a ti te ha gustado. Lo añadiré a mi lista d visitas pendientes. Gracias